Si algo tiene Atenas, es historia. Y muchos lugares interesantes que visitar. Y una gastronomía deliciosa. Y… bueno, un montón de cosas más. Tiene tantas cosas, que elegir las más interesantes para visitar no es tarea fácil.
Atenas es mucho más que la Acrópolis: es una ciudad moderna y enorme que integra en sus calles elementos de todas las épocas, desde su pasado clásico a la capital cosmopolita de hoy.
- Idioma: Español – Duración: 3 h
- 1951 opiniones [9,3]
A los griegos les gusta hacer vida de calle y los encontrarás sentados en sus muchas tabernas y cafés, jugando al tavli (llamado backgammon en otros países) o charlando con sus amigos. Haz como ellos y repón fuerzas con un frappé fresquito entre visita y visita.
Mientras tanto, te doy algunas pistas para no perderte nada y disfrutar de los mejores rincones de la ciudad.
Guía de viaje
Los 10 lugares imprescindibles que visitar en Atenas
El tiempo es limitado, y más en vacaciones. Así que aquí te dejo los 10 lugares de Atenas que no te puedes perder en tu visita.
1. La Acrópolis y el Museo de la Acrópolis
La Acrópolis es lo primero que te viene a la mente al oír el nombre de la ciudad, ¿verdad?
Normal. Lleva allí desde antes de que Atenas se convirtiera en una de las ciudades-estado que manejaban el cotarro en la Grecia Clásica, así que algo especial tendrá.
La Acrópolis es uno de esos lugares del mundo que ponen los pelos de punta y son capaces de emocionar al más pintado.
Aviso: la sombra escasea (saca tus propias conclusiones). Hay una pequeña cantina en el recinto, pero siempre es mejor no arriesgarse y llevar algo de agua, por si acaso.
Te aconsejo que, además de ropa cómoda, protección solar y esas cosas, lleves calzado antideslizante (en la medida de lo posible, claro); las piedras del suelo están muy gastadas y te puedes ahorrar más de un resbalón que te podría fastidiar las vacaciones.
Y, si no te apetece la caminata, puedes contratar un tour por la Acrópolis en bici eléctrica.
- Idioma: Español – Duración: 3,5 horas
- 180 opiniones [7,6]
¿Qué puedes ver en la Acrópolis?
La primera construcción que encontrarás a tu derecha después de entrar al recinto por el acceso sur es el Teatro de Dionisos, del siglo V a.C. Aquí tuvieron lugar las grandes premières de la época. Y cuando digo grandes quiero decir 17.000 personas disfrutando de las obras de Esquilo, Aristófanes, Eurípides y compañía. Casi nada.
Otro teatro. Pero este, de época romana. Lo encontrarás a tu izquierda, justo antes de tomar el desvío que lleva a la entrada de la Acrópolis. Tiene una capacidad de «solo» 5.000 espectadores. Sigue funcionando y en él se celebran muchos de los conciertos del Festival de Atenas.
Junto a los Propileos (la entrada a la Acrópolis), estaba el templo de Atenea Victoriosa o Atenea Niké (sí, ya sabes de dónde viene el nombre de tus zapatillas).
El edificio conmemoraba la victoria sobre los persas en la batalla de Salamina (480 a.C.). En su interior había una estatua de Atenea con alas, pero se las cortaron para que no abandonara la ciudad y les ayudara en las batallas.
Lo reconocerás enseguida. Allí te esperan las famosas Cariátides (esas columnas en forma de mujer que habrás visto en mil fotos). 5 de las originales están en el Museo de la Acrópolis; la sexta, en el Museo Británico de Londres.
Te cuento la batallita del lugar: por lo visto, Atenea no era la única interesada en ser la patrona de Atenas, así que compitió con Poseidón para ganarse el favor de los atenienses. Él hizo brotar una fuente de agua salada; ella, un olivo. ¿Quién crees que ganó? Pista: la ciudad no se llama Posidonia.
Junto al edificio sigue habiendo un olivo, y dicen que aún puede verse el agujero en la roca donde Poseidón golpeó el suelo con su tridente. ¿Te animas a buscarlo?
El Partenón; el paradigma de la armonía arquitectónica, ¿verdad? ¿Sabes dónde está el secreto de esa armonía?
En que hay muy poquitas líneas rectas en su diseño. Fue construido a prueba de efectos ópticos. Da igual desde dónde lo mires, desde cerca o desde lejos: siempre conserva su aspecto imponente.
El Partenón era un templo consagrado a Atenea. Dentro había una estatua de la diosa de 12 metros de alto, hecha de madera y recubierta de oro y marfil.
Demasiado tentador como para haber permanecido en su sitio después de tantos años, ¿verdad?
Sobre todo, teniendo en cuenta la mala vida que ha llevado el Partenón desde su construcción: se incendió; se restauró y siguió siendo utilizado como templo; quedó abandonado un tiempo; luego fue iglesia bizantina, latina y mezquita y, por fin, utilizado como polvorín por los otomanos, hasta que los venecianos lo bombardearon.
Por si fuera poco, en el siglo XIX llegó el embajador británico en Constantinopla y se llevó a Londres buena parte de lo que aún quedaba de él.
Desgraciadamente, este va a ser un tema recurrente en esta guía sobre Atenas. Si quieres ver gran parte de su patrimonio, vas a tener que ir a Londres.
Imprescindible si realmente quieres conocer la Acrópolis y ver las piezas originales que han sido reemplazadas por réplicas en su localización inicial, como las Cariátides o las metopas del Partenón que no acabaron en el Museo Británico.
El nuevo Museo de la Acrópolis se inauguró en 2009. Es 10 veces mayor que el antiguo, que estaba junto al Partenón y que era claramente insuficiente para mostrar todo lo que podía ofrecer y para absorber el flujo de visitantes.
La exposición del museo recoge la historia del lugar desde el siglo V a.C. hasta el siglo V d.C.
No te pierdas las vistas de la Acrópolis desde el interior del museo. Todas sus paredes exteriores son acristaladas para que no dejes de disfrutarla ni un solo momento. No olvides la cámara al salir a la terraza de la cafetería: tendrás una vista del Partenón que te gustará llevarte a casa.
Si vas con niños, seguro que les encanta la recreación de escenas de la Acrópolis hecha con Lego que hay en el segundo piso, junto al restaurante.
El precio de la entrada sencilla a la Acrópolis incluye la visita a todos los restos arqueológicos situados en el recinto de la Acrópolis, pero no al museo (consulta aquí las tarifas y los horarios oficiales del Museo de la Acrópolis).
De todos modos, es muy posible que te interese más comprar la Athens Museum Pass, un ticket combinado para visitar hasta 15 lugares de interés, e incluye acceso al Bus Turístico por dos días.
Si no tienes tiempo de visitar el Museo de la Acrópolis, en el metro de Atenas hay varias estaciones-museo que muestran los restos arqueológicos encontrados durante su construcción (las más importantes son Monastiraki, Acrópolis y Syntagma), todas a los pies de la Acrópolis.
Los objetos expuestos se encuentran repartidos por las estaciones y podrás visitar muchos de ellos sin comprar siquiera el billete de metro.
2. Anafiotika
Imagina que, en medio del meollo de un área metropolitana de más de 3 millones de habitantes, te encuentras, de repente, caminando por las calles del típico pueblecito de las Islas Cícladas.
Pues eso es Anafiotika.
- Duración: libre
¿Y por qué hay plantado un minipueblecito cicládico en medio de Atenas? La explicación es sencilla: el barrio fue creado en el siglo XIX por los albañiles de la isla de Anafi que fueron a Atenas a construir el palacio del rey Otón (el edificio que hoy ocupa el Parlamento griego). Cosas de la nostalgia.
Casitas bajas, pintadas de blanco y encaramadas a la ladera de la Acrópolis a lo largo de callejuelas tortuosas, empinadas y salpicadas de flores. Las reconocerás fácilmente.
Paséate sin falta por este vecindario el día que visites el barrio de Plaka, a los pies de la Acrópolis. Un remanso de paz en medio del ajetreo de la ciudad.
Para no perderte el día de tu visita, dirígete a Anafiotika desde la puerta sur de la Acrópolis por la calle Thrasillou (la primera a la izquierda) y sigue hasta encontrar la iglesia de Saint George of the Rock, que marca la entrada al barrio.
3. Ágora romana y Biblioteca de Adriano
Atenas también formó parte del Imperio romano y, muy cerquita de Anafiotika, en el barrio de Plaka, hay dos grandes muestras de esa época: el ágora romana y la biblioteca de Adriano.
El ágora romana fue construida por el emperador Augusto a finales del siglo I a.C. y puede verse desde la calle (aunque está incluida en alguna tarjeta turística).
Parte de la vida del ágora antigua de Atenas se trasladó a este recinto. Ahora queda poco de lo que en su día fue, pero alrededor de las columnas que aún pueden verse había un montón de tiendas que daban mucha vidilla al lugar.
Aparte de los restos de las letrinas que hay junto a la entrada, el único edificio de la época que se mantiene es la Torre de los Vientos. Cada una de sus caras representa a uno de los 8 vientos y, pese a su nombre, en realidad era un reloj de agua. Es visitable, así que, si puedes, échale un vistazo.
- Idioma: Inglés – Duración: 3 horas
- 32 opiniones [7,6]
La Biblioteca de Adriano está muy cerquita del ágora romana. No te dejes engañar por las ruinas actuales; la biblioteca fue un edificio imponente, con columnas de mármol frigio, paredes de alabastro y techos pintados… lo mejor de lo mejor de la época.
Cientos de rollos de papiro almacenados en armarios de madera incrustados en las paredes, salas de lectura, un patio interior que más tarde fue convertido en iglesia… todo eso podía encontrarse aquí.
Aquí está Monastiraki, una de aquellas estaciones-museo del metro de Atenas en las que hay restos de varias épocas. Asómate y verás el antiguo cauce del río Erídano, que cruzaba la zona y que ahora fluye bajo tierra.
4. Antigua ágora de Atenas y Hefestión
A 10 minutos a pie de la Biblioteca de Adriano y de las paradas de metro Thisio y Monastiraki está el ágora antigua de Atenas , «la de verdad».
En el ágora sí que había movimiento: era el centro comercial, político y social de la ciudad. Lo mismo podías ir a comprar al mercado que discutir de política o hablar con el vecino.
Aquí se reunía la Asamblea, así que era también el lugar para participar en la famosa democracia griega (si eras hombre y ciudadano).
El edificio más grande y moderno del recinto (la estoa de Átalo) es ahora el Museo del Ágora; está reconstruido, claro, pero es el mismo edificio en el que se encontraba el mayor centro comercial de Atenas; 42 locales repartidos en 2 plantas. Nada mal para la época.
En el ágora también había un templo de Afrodita y otro de Ares, pero el único que queda en pie es el Hefestión, que estaba dedicado a Hefesto y a Atenea. Lo encontrarás enseguida porque está en lo alto de una pequeña colina.
Es el templo griego mejor conservado de la Antigüedad, así que aprovecha la sombra de los árboles para contemplarlo, porque es lo más parecido que vas a ver a los templos griegos tal y como estaban en la época.
Los audios, en tu móvil Android e iOS) y, las visitas, a tu ritmo. Incluye la entrada a 7 yacimientos arqueológicos durante 5 días.
- Idioma: Inglés – Duración: 4 horas
- 189 opiniones [8,2]
A menudo pasa desapercibida entre todos los restos del ágora y es poco visible por los árboles tras los que se encuentra, pero, siguiendo la calle principal del ágora (la Vía Panatenaica) en dirección sureste se encuentra la Iglesia de los Santos Apóstoles, del siglo X, la primera de Atenas del período medio bizantino.
Junto con el templo de Hefesto, es el único edificio del ágora que se ha mantenido en pie (o más o menos) desde su construcción.
5. Plaka y Monastiraki
En el centro, a los pies de la Acrópolis y llenos de tiendas y restaurantes: Plaka y Monastiraki son los barrios más concurridos por los turistas.
Sobre todo, te recomiendo callejear. Son barrios con muchísima vida y están llenos de tiendas y mercadillos. Para hacer las típicas compras turísticas, paséate por la calle Adrianou; además de souvenirs, encontrarás tiendas de artesanía y de productos locales.
Una calle por encima de Adrianou está la calle Ifestou, el Flea Market de Atenas, llena de tiendas de segunda mano, vinilos, antigüedades y mil cosas más.
Ese encanto no disminuye por la noche; el toque romántico de la iluminación de los principales puntos de interés y la animada vida nocturna hacen de este paseo uno de esos momentos dignos de recordar de cualquier viaje. Ofrece cena opcional.
Los audios, en tu móvil Android e iOS) y, las visitas, a tu ritmo. Incluye la entrada a 7 yacimientos arqueológicos durante 5 días.
- Idioma: Español – Duración: 3 horas
- 119 opiniones [8,8]
¿Qué más puedes ver en Plaka y Monastiraki?
- En la misma plaza de Monastiraki está la Mezquita Tzisdarakis, que ahora forma parte de las instalaciones del Museo de Cultura Griega Moderna. El museo permite visitar los Baños de los Vientos, de la época de la primera ocupación turca en el siglo XV, los únicos baños públicos que quedan en Atenas.
- La Linterna de Lisícrates es, ni más ni menos, que el monumento que el tal Lisícrates, corego del siglo IV a.C., se hizo a sí mismo tras ganar un premio con un coro de hombres en el Teatro de Dionisos.
- Cerca de allí está la iglesia de Agia Ekaterini (Santa Catalina). Fue construida sobre un templo griego (de Afrodita o de Ártemis, no está muy claro) y los frescos y los iconos esculpidos en mármol de su interior bien merecen una visita. En la esquina de la plaza pueden verse los restos de un monumento romano.
- Panagia Kapnikarea es una de las muchas iglesias bizantinas de Atenas (y una de las que más te recomiendo visitar). Está en medio de la calle Ermou y se libró por los pelos de su demolición en el momento del trazado urbanístico. Aunque el acceso es gratuito, el horario de apertura de la iglesia es bastante irregular. Si quieres asegurarte la entrada, visítala durante la misa del domingo por la mañana.
La zona tiene su encanto de día y de noche y es más que recomendable comer en alguna de sus tabernas. Sin embargo, si quieres disfrutar de Monastiraki en pleno movimiento, no dejes de pasarte por el mercado de antigüedades que hay en la plaza Avissynias los sábados y domingos por la mañana. Encontrarás auténticas joyas.
6. Templo de Zeus Olímpico y Puerta de Adriano
Si hay un pedazo de templo en Grecia, ese es el templo de Zeus Olímpico. El más grande de todos.
Para que te hagas una idea, sus columnas tienen una altura de 17 metros (6 más que las del Partenón, al que le saca también 25 metros de largo y 9 de ancho). Tardaron 650 años en construirlo (vale, sí, hubo algún parón por medio) y acabó «inaugurándolo» el emperador romano Adriano.
Y, además, ¡es gratis! Eso sí, se recomienda dar una aportación económica al guía al final del tour, del importe que tú quieras.
- Idioma: Español – Duración: 2 horas
- 510 opiniones [9,4]
Justo enfrente del templo está la Puerta de Adriano, que separaba la antigua ciudad griega de la parte construida por los romanos.
Adriano es bien recordado en Grecia y tiene monumentos conmemorativos por haber destinado dinero y esfuerzos a mejorar sus ciudades. Solo en Atenas terminó el templo de Zeus Olímpico y construyó la biblioteca y el primer acueducto de la ciudad, que llevaba agua hasta el ágora romana.
El río sagrado de Ilisos se encontraba fuera de las murallas de Atenas. Hoy, transcurre casi por completo bajo la ciudad. El único punto en el que puede verse es junto a la iglesia Agia Fotini, muy cerca del templo de Zeus Olímpico.
La iglesia tiene también un parque con bancos en el que podrás descansar un rato y ver los restos de un antiguo santuario de Pan.
7. Plaza Syntagma
Al final de la zona peatonal de la calle Ermou se encuentra la plaza Syntagma (o de la Constitución), el centro de Atenas.
La plaza está presidida por el Parlamento griego y los atenienses suelen reunirse allí tanto para manifestarse como para celebrar el año nuevo, entre otras cosas. Además de ser lugar de paso de habitantes y turistas, ya que es punto de enlace entre muchas líneas de transporte público (la línea de metro que lleva al aeropuerto también tiene parada allí).
Que está animada, vaya.
- Idioma: Español – Duración: 2,5 horas
- 36 opiniones [9,8]
En la plaza hay edificios con historia, como el Hotel Grande Bretagne, que, entre otras cosas, ha servido como cuartel general de diferentes bandos durante períodos de guerra. Suele ser el escogido por Jefes de Estado y personalidades que visitan la ciudad.
Pero, seguramente, la imagen que tengas de esta plaza sea la de su famoso cambio de guardia frente a la Tumba del Soldado Desconocido, a los pies del Parlamento.
Los evzones (los soldados que llevan a cabo la ceremonia) tienen su origen a principios del siglo XIX. Son un cuerpo de élite y se considera todo un honor poder formar parte de él. Verás fotos suyas con diferentes uniformes; dependiendo de la época del año, es de color azul, beis o, el más llamativo, una especie de camisola blanca con un elaborado chaleco.
Los pompones de sus zapatos tampoco pasan desapercibidos (dicen que en origen escondían un cuchillo en cada uno, y que de ahí viene su tamaño). La herradura y los clavos de la suela hacen un sonido característico durante la ceremonia.
Puedes ver el cambio de guardia a cualquier hora en punto durante las 24 horas del día, así que no tienes excusa para perdértelo. Eso sí, intenta estar un poco antes para coger sitio, porque suele estar lleno de turistas esperando para hacer la misma foto que tú.
La ceremonia especial del cambio de guardia, más espectacular que las demás, es los domingos a las 11 de la mañana. El lugar ideal para verla está frente al Parlamento pero, si no te van demasiado las aglomeraciones, la misma ceremonia se celebra también frente al Palacio Presidencial.
8. Excursión a Delfos
Atenas tiene lugares de interés para aburrir, pero no podemos irnos de Grecia sin visitar algunos otros que están fuera de la ciudad.
Para no perderte uno de los más importantes, te recomiendo (y mucho) hacer alguna excursión de un día. Delfos es una muy buena opción, ya que podrás contemplar en una sola visita los escenarios de muchas de las fotos más famosas de Grecia.
De todas maneras, si no quieres limitarte a esta sugerencia y te gusta personalizar tu viaje al máximo, hay muchas otras opciones entre las que escoger. Seguro que encuentras alguna que te guste.
- Idioma: Español – Duración: 10 horas
- 520 opiniones [8,6]
¿Qué puedes ver en Delfos?
Es una de las imágenes más famosas de Grecia. La reconocerás enseguida. La base del edificio y 6 columnas que se recortan sobre el paisaje del valle que cae a sus pies. Precioso.
Pues ese es el famoso oráculo de Delfos. Particulares y delegaciones de ciudades acudían a él para consultar a la Pitia, la sacerdotisa de Apolo, cuestiones tanto privadas como de Estado.
Su foto es otra de las más reproducidas de Grecia. Mismo paisaje, pero presidido por un edificio redondo del que solo se conservan 3 columnas en pie (reconstruidas). Forma parte del santuario de Atenea, aunque su uso no está del todo claro.
A lo largo de la Vía Sacra de Delfos (el camino que llevaba hasta el templo de Apolo) se distribuían los tesoros de las ciudades más importantes. Allí se guardaban las donaciones que sus ciudadanos hacían al santuario.
El de Atenas está reconstruido. Tiene la apariencia de un pequeño templo aunque, como ves, su uso era muy distinto.
Delfos también tenía un teatro, en el que cabían 5000 personas, y uno de los estadios mejor conservados de Grecia. En ellos tenían lugar muchos de los actos de los Juegos Píticos que se celebraban allí en honor a Apolo.
Delfos era considerado por los griegos el centro del mundo. O más bien el ombligo (Ónfalo). En el Museo Arqueológico de Delfos hay una representación del ombligo en piedra, en forma de cono redondeado, que se supone que el mismísimo Zeus dejó allí.
En el museo puedes ver también dos esculturas que seguro que te suenan: la primera, el Auriga de Delfos, una escultura del s. V a.C. conmemorativa de una victoria en la carrera de cuadrigas de los Juegos Píticos.
La segunda, la Esfinge de Naxos, una estatua de mármol en forma de esfinge llevada como ofrenda por el pueblo de Naxos.
En la curva de la carretera que une el santuario de Apolo con el de Atenea está la fuente Castalia, en la que los visitantes purificaban su cuerpo antes de entrar al recinto sagrado. Presta atención si quieres verla, porque es fácil pasarla de largo.
9. Estadio Panatenaico
Si te gusta el deporte (aunque solo sea el de sofá), seguro que te interesará visitar el Estadio Panatenaico, en el que se celebraron los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna.
Es una reconstrucción, claro, pero está en el mismo lugar en el que se encontraba el estadio original de la época Clásica, en el que tenían lugar las competiciones atléticas de las Panateneas en honor a Atenea.
Entonces, los asientos eran de madera y ya en sus primeras remodelaciones se sustituyeron por asientos de mármol. Tenía capacidad para 50.000 personas; 5.000 más que el estadio actual.
- Idioma: Español – Duración: 3 horas
- 6 opiniones [9,7]
Si eres un runner o, simplemente, te apetece echar unas carreras por el estadio más antiguo de Atenas, el Estadio Panatenaico está abierto a corredores de 7:30 a 9:00.
10. Otros lugares que visitar en Atenas
Ya te he hablado de los principales puntos de interés de la ciudad, pero, como te comentaba al principio, Atenas tiene tantos que resulta muy difícil escoger. Por eso te dejo aquí algunos otros que te recomiendo visitar si tienes tiempo:
- Seguro que has visto mil veces la imagen de unos monasterios ortodoxos encaramados a unas rocas gigantescas y prácticamente incrustados en ellas. Pues eso es Meteora. Se encuentran a pocas horas en transporte público, pero si prefieres ir cómodo y con un guía que te lo explique todo en español, te recomiendo una excursión organizada. Vas y vuelves en el día y te ahorras buscarte la vida en transporte público y dormir fuera de Atenas.
- Muy cerca del ágora de Atenas está el Kerameikos (o Cerámico), el antiguo barrio de los alfareros. También allí se encuentra la mayor necrópolis de Grecia. Es visitable y tiene un museo arqueológico propio que muestra muchos objetos hallados en las sepulturas.
- El Jardín Nacional de Atenas reúne especies de plantas autóctonas y exóticas, además de algún que otro resto arqueológico de época romana. Es ideal para darse un respiro y descansar tranquilamente (y a la sombra). Está detrás del Parlamento y se extiende hasta casi el estadio Panatenaico, de manera que seguro que te quedará cerca de alguna de tus visitas. Está abierto todos los días desde el amanecer hasta el atardecer.
- Para conocer un pueblo es imprescindible pasar por su mercado. No te puedes ir de la ciudad sin pasar por el mercado central de Atenas. Reflejo de la vida ateniense de cada día (la de verdad, al fin y al cabo). Como curiosidad, la carne se exhibe en piezas de animales enteros de los que el carnicero corta la parte que el cliente pide en el mismo pasillo del mercado (y no detrás de un mostrador). No apto para vegetarianos.
- La Catedral de Atenas está en la calle Mitropoli, en el barrio de Plaka. Tiene unos frescos bizantinos muy interesantes que no está de más visitar. A su lado está la antigua catedral, a donde se trasladó la iglesia ortodoxa de la ciudad cuando los francos y los otomanos ocuparon el Partenón.
- Otros barrios: Psiri y Kolonaki son otras de las zonas más conocidas de Atenas. Psiri es el barrio ideal para ir a cenar o a tomar algo; tiene una vida muy animada y está lleno de bares y restaurantes. Y, si te gustan las compras y no tienes suficiente con las tiendas de la calle Ermou, en el barrio de Kolonaki encontrarás las tiendas más elegantes de la ciudad. Si no tienes mucho tiempo y no quieres perderte las mejores de ellas, hay un tour guiado de compras por el barrio de Kolonaki que seguro que te encanta.
Qué ver en Atenas en un día
Si no puedes pasar más de un día en Atenas, no te compliques: Acrópolis y barrios colindantes, que son los que tienen un mayor atractivo turístico.
La visita a la Acrópolis ya te llevará casi toda la mañana, así que mejor madruga. El recinto abre todos los días a las 8:00; aprovecha el «fresquito» de esas horas, sobre todo si vas en verano, y ahórrate las aglomeraciones (en temporada alta suele haber cola para entrar).
Al acabar tu visita, sal del recinto de la Acrópolis por la puerta sur (la que hay junto al Museo de la Acrópolis) y toma Thrasillou, la primera calle a tu izquierda.
Seguramente no verás mucho movimiento porque los demás turistas seguirán bajando en dirección a Plaka; si al avanzar te parece que te has perdido es que vas bien.
En unos 10 minutos llegarás a Anafiotika. Piérdete entre sus callejuelas llenas de escaleras y disfruta del color y la personalidad de un pueblecito cicládico en medio del caos ateniense.
Vuelve luego al mundanal ruido y callejea por el barrio de Plaka en dirección al ágora romana; la podrás ver desde fuera sin problema.
Pasea hasta la Biblioteca de Adriano y la Mezquita Tzisdarakis y sumérgete en la vidilla de la plaza Monastiraki. Curiosea por las tiendecitas de la calle Ifestou y, si es fin de semana, no dejes de pasarte por el mercadillo de antigüedades de la plaza Avissynias (solo por las mañanas).
Vuelve por Ermou y pasea por su zona peatonal. Encontrarás la iglesia bizantina de Panagia Kapnikarea en medio de la calle, no tiene pérdida. Hazle unas fotos y aprovecha para ir de compras por la zona. No te preocupes por el cambio de guardia; Syntagma está al final de la calle y hay una ceremonia cada hora, así que seguro que alguna te encaja en tus planes.
Relájate un ratito en el Jardín Nacional, que está junto al Parlamento y, si quieres darte un homenaje en una típica taberna griega, vuelve al barrio de Plaka; tendrás dónde escoger y seguro que encuentras una que te guste.
Qué ver en Atenas en 2 días (o en un fin de semana)
En dos días puedes desactivar (un poquito) el modo turbo y pararte algo más en algunos sitios que verás de pasada si solo tienes un día para visitar la ciudad.
- Día uno
La visita a la Acrópolis no te la quita nadie, así que empieza por aquí. Entra en el Museo de la Acrópolis, eso sí. Si te gusta la Arqueología no te lo puedes perder.Cuando termines, sigue el mismo itinerario que propongo en el apartado anterior: Anafiotika y la parte de Plaka que toca a Monastiraki. Callejea por su mercado de pulgas (la calle Ifestou) y, ya que estás allí, puedes aprovechar y cenar en Psiri, que queda cerca y es zona de bares y restaurantes. - Día dos
Empieza el día visitando el templo de Zeus Olímpico y la Puerta de Adriano. De camino al Estadio Panatenaico, por la avenida Vasilissis Olgas, haz una parada en los jardines del Zappeion para descansar un ratito a la sombra.Después de visitar el estadio (puedes entrar o verlo desde fuera, pero, en cualquier caso, no te llevará demasiado tiempo), date otro baño de naturaleza, atraviesa el Jardín Nacional y no te pierdas la ceremonia del cambio de guardia en la plaza Syntagma, que queda del otro lado del parque.Si quieres cenar por la zona, en la parte baja de la plaza empieza el barrio de Plaka. Seguro que encuentras un sitio agradable donde descansar y probar la comida típica.
Qué ver en Atenas en 3 o 4 días
Ahora ya puedes relajarte un poco más:
- 3Día tres
Mañana de visitas y tarde de paseo, ¿qué te parece?Empieza por visitar el barrio del Cerámico y, si te van las necrópolis, visita el recinto del Cerámico y su museo. El ágora antigua queda muy cerquita de allí (y aquí sí que te recomiendo entrar, ya que es uno de los principales puntos de interés de la ciudad).Para cuando acabes la visita, seguramente ya será hora de comer, así que aprovecha que estás al lado de Monastiraki y llena el estómago, que en la zona del plan de tarde no hay donde comer (consejo: lleva agua, que nos vamos «a la montaña»).No te asustes; en realidad mi propuesta consiste en un paseo con vistas. Bordea el ágora por la parte de abajo y gira a la derecha en Apostolou Pavlou; es una calle peatonal bastante tranquila, así que podrás pasear sin agobios hasta torcer a la izquierda en Agias Marinas (busca el Hotel Thissio y gira por la calle que sube desde él).Atraviesa la plaza de la iglesia de Agias Marinas, toma el primer desvío a la derecha, en dirección al Observatorio Nacional de Atenas y en un cuarto de hora, aproximadamente, habrás llegado a Pnyx, uno de los miradores de la ciudad.Sigue paseando hasta llegar al monumento a Filopapo. Sin prisas, que la recompensa a esta subidita es una puesta de sol con la Acrópolis de fondo (y te la perderás si llegas demasiado pronto) - 4Día cuatro
Ya has visto lo básico de Atenas, así que te sugiero que dediques el día a ver alguno de los imprescindibles de sus alrededores.Si no te ha convencido mi propuesta de visita a Delfos, hay muchos otros lugares que puedes visitar en excursiones organizadas de un solo día; para no perderte los yacimientos arqueológicos más importantes, te recomiendo la de Corinto, Micenas y Epidauro.Y si no has tenido bastante con la puesta de sol desde Filopapo, la del templo de Poseidón de Cabo Sunión con el mar de fondo es es-pec-ta-cu-lar.
Museos gratis
Atenas tiene museos y yacimientos arqueológicos por todas partes y, si te descuidas, te puedes acabar dejando más dinero del esperado en visitarlos.
Por eso te interesa tener controlalas las jornadas de puertas abiertas para poder entrar gratis:
- Museo de la Acrópolis. Mil años de historia de la Acrópolis en un solo edificio; desde el siglo V a.C. hasta el V d.C. También permite visitar la excavación arqueológica del vecindario que se encontraba bajo el museo. La entrada es gratuita el 6 y el 25 de marzo, el 18 de mayo y el 28 de octubre.
- Museo Arqueológico Nacional. Piezas datadas desde el neolítico y de varias partes de la actual Grecia, Chipre e, incluso, Egipto. Escultura, artesanía en metal, alfarería… una gran muestra arqueológica del Mediterráneo oriental desde la prehistoria hasta la época romana. Gratis el 6 de marzo, el 18 de abril, el 18 de mayo, el 28 de octubre, el último fin de semana de septiembre y el primer domingo de mes desde el 1 de noviembre hasta el 31 de marzo.
- Museo Arqueológico del Cerámico. En el actual barrio del Cerámico se encontraba la mayor necrópolis de toda Grecia. Este museo recoge muchos de los objetos encontrados en sus sepulturas. La entrada es gratuita los mismos días que el Museo Arqueológico Nacional.
- Museo del Ágora de Atenas. Objetos relacionados con la vida en el ágora desde el neolítico hasta el período otomano. Tiene una colección muy interesante sobre objetos relacionados con la vida pública y las instituciones atenienses de los períodos Clásico y Clásico tardío. Sus jornadas gratuitas coinciden con las del Museo Arqueológico Nacional y las del Museo Arqueológico del Cerámico.
- Galería Nacional – Museo Alexandros Soutsos. Más de 20000 piezas, entre pinturas, esculturas y grabados que recorren la historia del arte griego moderno desde el período posbizantino hasta hoy. Puedes ahorrarte la entrada el primer domingo de cada mes desde el 1 de noviembre hasta el 31 de marzo.
- Museo Benaki. Uno de los museos más interesantes de Atenas; ofrece una muestra de obras de arte desde la prehistoria hasta la actualidad, y no solo de Grecia. Los jueves abre hasta medianoche y puedes visitar su exposición permanente gratis a partir de las 18h.
Miradores en Atenas
Solo de pensar en la típica vista de la Acrópolis, el cerebro se te pone en «modo búsqueda» para encontrar el mejor punto desde el que acribillarla a fotos, ¿verdad? No te preocupes, hay muchos sitios en Atenas desde los que admirar el paisaje de la ciudad (y hasta el mar).
- La Acrópolis. Obvio, ¿no? Es uno de los puntos más elevados de la ciudad y desde allí tienes una visión 360º de toda Atenas. Tendrás una vista privilegiada del ágora antigua, que queda prácticamente a sus pies. Asómate después al mirador de la Acrópolis (lo reconocerás fácilmente porque tiene una gran bandera griega ondeando al viento); no te pierdas desde allí las vistas del otro lado de la ciudad y, también, del templo de Zeus Olímpico.
- Monte Licabeto. El techo de Atenas: más arriba no hay nada. Si no te importa caminar, puedes subir andando y en 20 minutitos estás arriba; si no, hay un funicular. Funciona hasta las 2:30 a.m., así que si quieres admirar la vista nocturna de Atenas desde lo más alto, tendrás transporte para bajar sin problema.
- Colina de Filopapo. No es tan alta como el Licabeto, pero tiene la ventaja de estar más cerca de la Acrópolis, así que podrás verla mejor. Es un muy buen sitio para disfrutar de los colores de la Acrópolis durante la puesta de sol. Ya que estás, puedes visitar la prisión en la que se supone que Sócrates pasó su última noche o ver un espectáculo de danza griega en el Teatro Dora Stratou.
- El Areópago no es tan alto, pero es otro buen lugar desde el que contemplar las vistas; está entre la Acrópolis y el ágora antigua, de manera que tienes otra perspectiva interesante del paisaje. También aquí suele juntarse gente para ver atardecer.
- La colina de Pnyx también ofrece muy buenas vistas de la Acrópolis y los Propileos, y te pilla de paso si subes a la colina de Filopapo por la carretera del Observatorio Nacional de Atenas.
Qué ver y visitar en Atenas con niños
A veces es difícil encontrar un plan que guste tanto a los adultos como a los más pequeños de la familia. Sin embargo, siempre hay opciones que pueden convertir una mañana o una tarde en un momento para recordar durante mucho tiempo:
- A medio camino entre un museo y una ludoteca está el Hellenic Children’s Museum. Tiene espacios para que niños de todas las edades jueguen y experimenten (también tienen una zona para bebés). La entrada es gratuita, pero el centro admite donaciones.
- Los niños recordarán el Museo de las Ilusiones como el museo más divertido de vuestro viaje. Ilusiones ópticas que engañarán a sus cerebros y les harán pasar un buen rato. Los menores de 5 años entran gratis y no tendrás que desviarte nada de tu ruta de visitas turísticas, ya que está al lado del ágora antigua.
- Para ir a lo seguro, ¿qué mejor que un parque de atracciones? Noria, caída libre, montaña rusa, autos de choque… En Allou no falta ninguna de esas atracciones que harán que paséis un día diferente entre tanta visita arqueológica. Y todo esto sin salir de la ciudad.
Otros consejos para visitar Atenas
¿Qué tarjeta turística comprar?
El dilema de todos los viajes, ¿verdad?
Pues, como todo en la vida: depende. Para ponértelo algo más fácil, te cuento 4 cosas sobre las más importantes:
- Si tienes claro que vas a pasar buena parte de tu tiempo visitando museos, la Athens Museum Pass es una buena opción. Incluye la entrada a 15 museos de la ciudad (también la de la Acrópolis y la del el Museo de la Acrópolis) y durante 3 días podrás visitarlos saltándote las colas en muchos de ellos. También incluye un tour panorámico en autobús por Atenas, pero ningún otro tipo de transporte.
- La iVenture Card Athens es bastante más cara, pero tiene algunas ventajas que la Athens Museum Pass no tiene. Para empezar, tienes tarjetas diferentes dependiendo del número de días que vayas a pasar en Atenas (entre 1 y 7 días) y puedes moverte por la ciudad con el autobús turístico durante 48 horas. La iVenture Card incluye entrada gratuita a más de 40 atracciones (en muchas de ellas te podrás saltar la cola) y algunos descuentos en tiendas y restaurantes. Si compras la tarjeta por 3, 5 o 7 días, también podrás disfrutar de una actividad de día completo (excursión arqueológica guiada fuera de Atenas o crucero a una isla cercana).
- La principal ventaja de la Athens City Pass es que, además de las entradas típicas y del billete de 48 horas del bus turístico, puedes utilizar el transporte público de Atenas para moverte por la ciudad. Algunas de sus modalidades también incluyen el traslado entre aeropuerto y hotel.
- La Atenas Tourist Card es bastante más sencilla, pero tienes visita guiada a la Acrópolis sin colas e incluye también la entrada al Museo de la Acrópolis. Bus turístico durante 48 horas y, eso sí, traslado gratuito del aeropuerto a tu hotel.
¿Cuál es la mejor época del año para visitar Atenas?
Si eres una persona calurosa, Atenas te va a resultar muy agobiante en verano. La temperatura media máxima en esa época es de 33ºC y es muy fácil que acabes pasando muchas horas al sol durante tus visitas. En invierno la mínima es de 5ºC, así que no te confíes con el clima mediterráneo y lleva ropa abrigada.
La primavera es mucho más cómoda y, además, hay menos movimiento de turistas; todo ventajas.
- Si te gustan la música y el teatro, no olvides consultar la programación del Festival de Atenas, que incluye espectáculos teatrales, de música y de danza. Se celebra en verano y muchas de sus representaciones tienen lugar en el Teatro de Herodes Ático, en la ladera de la Acrópolis.
- Si quieres viajar en Semana Santa, pero no encontrarte con las típicas alteraciones de horarios de las vacaciones, no temas viajar a Grecia en esos días. La Pascua ortodoxa se celebra entre una y dos semanas después que la católica, de manera que todo estará funcionando con normalidad.
- El 25 de marzo es el Día de la Independencia Griega, y el 28 de octubre los griegos celebran el «Día del No» (el día en que el país se plantó ante Mussolini). Estos dos días son festivos y suelen celebrarse con desfiles militares, pero no tienen más interés (y sí muchas alteraciones de horarios).
Moverse en Atenas: transporte público
Si te gusta mucho la aventura, conduce tú mismo por Atenas; si no, te recomiendo ahorrar tiempo y sufrimiento y utilizar el transporte público.
Atenas tiene solo 3 líneas de metro, más que suficientes para los típicos movimientos entre las zonas turísticas.
La línea 3 (la azul) conecta el aeropuerto con el centro de la ciudad (paradas Syntagma, Monastiraki y Thissio). Las salidas desde el aeropuerto son cada media hora y el trayecto dura unos 40 minutos.
El precio es similar al de otras ciudades europeas (unos 10 euros) pero si prefieres ir más cómodo y a tu aire, también puedes contratar un traslado directo entre el aeropuerto y tu hotel.
El precio del billete sencillo permite viajar durante 90 minutos, pero si vas a seguir moviéndote por la ciudad, lo mejor es que te hagas con alguno de los abonos, así también podrás hacer transbordos ilimitados entre las diferentes modalidades de transporte público de la ciudad (bus y tranvía).
También hay un bono turista de 3 días, que incluye billete de ida y vuelta al aeropuerto.
Y, si tienes suficiente con moverte entre los principales puntos de interés, también tienes el autobús turístico. Lo puedes comprar por tu cuenta, aunque igual te interesa mirar el apartado de tarjetas turísticas; algunas lo incluyen.
Otras cosas a tener en cuenta
Accesibilidad
Mucha atención si eres una persona con movilidad reducida. Aunque poco a poco se vaya poniendo al día, Atenas es una ciudad con muchas barreras arquitectónicas, tanto en el transporte público como en puntos de interés turístico o en las propias calles.
Idioma
No entres en pánico ni con el idioma ni con el alfabeto. Ninguno de los dos son fáciles, pero todas las indicaciones y carteles de interés suelen estar traducidos o, como mínimo, transcritos al alfabeto latino. Además, no te será difícil comunicarte con los griegos (sobre todo en las ciudades y, menos aún, en lugares turísticos); suelen hablar inglés en casi todas partes.
Quioscos
Los verás por todas partes. ¿Por qué te hablo de ellos? Porque en Grecia el quiosco (ellos lo llaman períptero, por si alguna vez tienes que preguntar por alguno) te puede sacar de más de un apuro.
¿Necesitas pilas? Al períptero. ¿Tiritas? Al períptero. ¿Pegamento? Al períptero. ¿Un gorro? También al períptero (te lo digo yo, que el frío de Atenas me pilló por sorpresa).
En caso de necesidad, ya sabes dónde acudir: tienen de todo y están por todas partes.
¿Has estado ya en Atenas? ¿Conoces algún otro lugar que ver y visitar que recomiendes en la ciudad? Déjame un comentario, que me lo apunto. 🙂
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