¿Estás planeando un viaje a Nueva York? Gran elección. La Gran Manzana es un destino turístico que uno debería visitar al menos una vez en la vida.
Los americanos, que son muy suyos, no tienen ningún reparo en llamarla “the greatest city in the world”… y una vez allí es fácil que te contagies de la épica de una ciudad que has visto una y mil veces en el cine, la tele o la literatura.
- Idioma: Español – Duración: 2,5h
- 3.484 opiniones [9,3]
Estás en la ciudad que nunca duerme, y si quieres verlo todo tampoco dormirás tú.
Así que he preparado una pequeña guía con los 10 lugares imprescindibles que ver en Nueva York, para que puedas montarte el viaje a tu gusto.
Guía de viaje
Los 10 lugares imprescindibles que visitar en Nueva York
En esta lista que hemos elaborado a conciencia encontrarás los 10 mejores lugares que visitar en Nueva York según su popularidad e interés.
1. La Estatua de la Libertad
Empezamos con uno de los lugares más simbólicos de la ciudad (y eso en Nueva York es decir mucho). La estatua de la libertad fue un regalo de los franceses en 1886 para conmemorar la Declaración de Independencia americana, y es obra de Gustave Eiffel (sí, el de la torre Eiffel).
La estatua es lo primero que veían los inmigrantes europeos al llevar a Estados Unidos por mar, y de ahí que su silueta se haya convertido en un símbolo, representando la libertad y las posibilidades de una nueva vida.
Si quieres verla de cerca tienes dos opciones:
- Pagando: El ferry de Statue Cruises te lleva hasta la Liberty Island, con acceso a la estatua y al Museo de la Inmigración de la vecina isla de Ellis. Trayecto y entradas están incluidos en la mayoría de tarjetas turísticas de Nueva York, aunque tendrás que pagar extra si quieres subir a la corona.
- Gratis: Si solo quieres la foto, una gran opción es tomar el ferry a Staten Island, que te permite ver la estatua perfectamente, además del skyline de Manhattan y el resto de islas. Sale de Whitehall Terminal, al sur de Manhattan, y hay uno cada media hora más o menos. Como es gratis, no tienes más que ponerte en la puerta y subir cuando abra: colócate a la derecha si vas de ida y a la izquierda si vas de vuelta, y tendrás una estupenda vista de la Liberty Statue. Eso sí, ten en cuenta que mucha más gente ha tenido la misma idea que tú: y vas a tener que ser ágil para pillar un buen sitio.
EL TRUCO VIAJERO:
En las inmediaciones de Whitehall Terminal hay un montón de gente ofreciendo tours a la Estatua de la Libertad. Lo ideal es que lleves tu entrada comprada online, o validada con alguna de las tarjetas turísticas, porque si no es posible que te cobren de más.
Si vas a la opción gratuita, no dejes que te líen: no hay que pagar nada, ni siquiera sacar tiquet.
- Idioma: Español – Duración: 4h
- 627 opiniones [8,5]
2. El skyline desde lo alto de un rascacielos
Llévate la cámara, el palo selfie y lo que tengas a mano: te vas a hinchar a hacer fotos.
Tanto el Empire State Building como el Top of the Rocks, en el Rockefeller Centre, permiten subir hasta la azotea y obtener vistas en 360 ° (rodeando el edificio, no podrás sacar una foto completa desde un mismo punto). También el One World Observatory, en el World Trade Center, es una buena opción.
Si quieres la experiencia total, lo ideal es que subas dos veces, una de día y una de noche. Ambas son impresionantes, y así conoces también dos edificios distintos. La experiencia previa a la subida es un poco rollo para mi gusto: sobre todo en el Top of the Rocks te hacen pasar por un montón de pasillos y tienes que tragarte unos vídeos promocionales mientras esperas el ascensor. Y además te sacan la típica foto con croma, que por supuesto tienes que pagar al final (no es obligatoria, en cualquier caso).
Pero una vez pasado el trance, vale mucho la pena en ambos casos. Si nos quedamos con los rascacielos clásicos, el Empire State Building tiene una épica inigualable. Cuenta sin embargo que las fotos te saldrán con la típica reja que protege de caídas. En cambio, en el Top of the Rocks tienes un pequeño nivel superior que te dará unas imágenes mucho más limpias.
Mi recomendación, en cualquier caso: combina los dos. Están incluidos en algunas tarjetas turísticas como la Explorer Pass, al menos la subida a a la azotea. Ambos edificios tienen visita premium, con guía y entrada a un pequeño museo, pero eso lo tienes que pagar aparte.
EL TRUCO VIAJERO:
Si quieres subir a una hora determinada, puedes comprar las entradas con anticipación, pero si no, no suele ser necesario: las colas son largas pero muy ágiles y no tendrás que esperar demasiado.
Para ver el atardecer desde lo alto, ten en cuenta que las entradas en esa franja horaria son más caras en el Top of the Rocks. Siempre puedes subir antes y esperar (una vez arriba, no te controlan el tiempo de estancia).
- Duración: libre
- 1330 opiniones [8,9]
3. Central Park
Es el pulmón de Manhattan: un parque enorme en pleno centro de la isla. Cuando digo enorme es que son 341 hectáreas, y aún así es solo el quinto parque más grande de Nueva York. Lo cierto es que la ciudad está llena de zonas verdes que se agradecen en medio de tanto asfalto: pequeños oasis donde sentarse a la sombra y -muy importante- reponer agua en alguna de sus fuentes.
Central Park, sin embargo, es más que un parque: es una experiencia. Aquí hay mucho que hacer. Además de amplias zonas de cesped donde puedes tumbarte, hacer un picnic y descansar un rato, está preparado para dar paseos. En sus caminos te cruzarás con muchos neoyorkinos que aprovechan para correr o pasear al perro.
Si quieres recorrer el parque a pie echarás horas, así que quizá te interese alquilar una bici, por tu cuenta o en un tour guiado. Hay sitios para ello en las entradas principales. O también puedes hacer un alarde y contratar un coche de caballos. No es barato, pero aún así el precio es razonable.
Una vez dentro, hay muchas más cosas que zonas verdes. Como instalaciones deportivas -de baloncesto, beisbol y fútbol, básicamente) o el teatro Delacorte, donde en verano se hacen representaciones de Shakespeare. Las entradas son gratis, y no es fácil conseguirlas: las colas empiezan tranquilamente a las seis de la mañana.
También hay lagos de distintos tamaños, y pequeños rincones como los Strawberry Fields, un paseo muy cerca del edificio Dakota, donde vivía John Lennon.
El Dakota es conocido también por ser el escenario de la película La semilla del diablo, lo que nos lleva al siguiente punto: si eres cinéfilo disfrutarás mucho en Central Park, ya que afirma ser la localización más usada del mundo en rodajes de películas y series. Reconocerás lugares de películas como Marathon Man, La edad de la inocencia o Los Vengadores, por ejemplo en este vídeo.
EL TRUCO VIAJERO:
Si quieres una foto súper original, no dejes de pasarte por el Belbedere Castle. Lo reconocerás enseguida como ¡el castillo del Conde Draco de Barrio Sésamo! Como está en una colina elevada, tendrás muy buenas vistas del parque. Además, dentro del castillo hay un pequeño museo de historia natural que es gratis.
- Idioma: Español – Duración: 2,5h
- 8 opiniones [7]
4. El Museo Metropolitan
En la Quinta Avenida, en uno de los laterales de Central Park verás el edificio principal del Museo Metropolitano de Arte. El Metropolitan (o el Met) es uno de los centros culturales de referencia de la ciudad, no solo por la calidad de su exposición sino por eventos como la Gala del Met, una fiesta benéfica que reúne a personalidades de todo el mundo y da mucho que hablar en las revistas del corazón.
Lo primero que tienes que saber es que el Met se compone en realidad de varios museos. En el edificio principal está “lo gordo”, las grandes colecciones de pintura, escultura, arqueología… Y también tienes en uno de los laterales el Museo del Vestido, un interesante recorrido por la historia de la moda.
Pero además está The Met Breuer, en Madison Avenue con la 75, dedicado al arte contemporáneo. Y The Met Cloisters, en la parte sur de Manhattan, donde puedes ver varios claustros medievales traídos de Europa piedra a piedra.
Ten claro que todo esto no lo vas a visitar en un día… ni en dos. De hecho, la entrada normal tiene una duración de tres días. Pero si vas con el tiempo limitado, aquí te dejo mi top 5 de piezas que tienes que ver sí o sí, sin salir del edificio principal:
- Egipto. La Tumba de Perneb está en la entrada de la zona dedicada a Egipto, así que no tiene pérdida. A partir de ahí puedes hartarte de ver sarcófagos si eres aficionado al tema, pero te recomiendo también que no te pierdas tampoco el Templo de Dendur, salvado de la construcción de la presa de Asuán.
- Pintura europea. Rembrandt, Velázquez, Vermeer, Cézanne, Monet, Renoir… lo que quieras. Uno de los cuadros donde siempre hay gente es el Campo de trigo con cipreses de Van Gogh.
- Arte moderno y contemporáneo. Kandinsky, Hopper, Turner, Rothko, Picasso… lo mismo, no te lo acabas. A mí me impresionaron mucho los grandes murales de Pollock.
- Arte romano y griego. La parte de escultura es para no perdérsela, y también los murales de Pompeya y Herculano, la mayor colección de este tipo que existe fuera de Italia.
- Arte japonés. Puede que no sepas gran cosa de este tema -como yo- pero reconocerás más de una pieza. Sobre todo La gran ola de Kanagawa, de Hokusai, que luego verás por todas partes en la tienda de souvenirs.
Como extra, no te olvides de subir a la terraza, en la quinta planta. Las vistas merecen la pena.
EL TRUCO VIAJERO:
Como te digo, la entrada al Met es válida por tres días, y además está incluida en la City Pass (la puedes validar en cualquiera de las máquinas de entradas) o la New York Pass (aquí tienes que irte al mostrador de recepción, tardas solo cinco minutos).
Si tienes la New York Pass para varios días, úsala aquí en el último: así todavía tienes dos días extra para conocer el Met más a fondo.
5. El World Trade Center y la Zona Cero
El ataque a las torres gemelas es uno de los puntos de inflexión del nuevo siglo, ¿a que recuerdas dónde estabas el 11 de septiembre de 2001?
Sin ánimo de ser morboso, la verdad es que la visita a la Zona Cero sobrecoge. En donde se encontraban las torres hay dos fuentes excavadas con grandes cascadas que caen hacia dentro. En los laterales, los nombres de toda la gente que murió donde el atentado.
Aquí también podemos ver el nuevo World Trade Center, uno de los últimos rascacielos construidos en la ciudad (es de 2014), con buenas vistas desde el observatorio de la última planta. Y no dejes de pararte delante de la Estación Central WTC, diseñada con la típica cúpula con el sello de Santiago Calatrava (y su ya clásico sobrecoste, en este caso del 70%).
EL TRUCO VIAJERO:
Muy cerca de aquí está Wall Street, así que aprovecha para visitar uno de los centros financieros más importantes del mundo. Pasea por el barrio para ver la Reserva Federal, la Bolsa, la Cámara de Comercio y un montón de edificios emblemáticos.
No dejes de pasar por Trinity Church, de inspiración gótica, escondida entre grandes edificios.
Si quieres sacarte la foto con la típica estatua del toro y la niña, no te hagas muchas ilusiones: hay cola y es casi imposible que salgas tú solo.
- Duración: libre
- 116 opiniones [8,9]
6. Broadway y Times Square
Broadway es una gran avenida que recorre Manhattan casi de extremo a extremo (son 21 km). Y es también el corazón de la oferta teatral de la ciudad, una de las más importantes del mundo. El Distrito Teatral incluye Broadway (teatros de 500 plazas o más) y el off Broadway (teatros con aforo más pequeño).
También se conoce como “the great white way” porque fue una de las primeras calles de la ciudad en tener iluminación eléctrica y porque hoy, gracias a las marquesinas de los teatros, siempre está llena de luces.
Tanto si eres aficionado al teatro como si no, ir a un espectáculo de Broadway -normalmente un musical- es una experiencia turística que vale la pena. Aquí puedes ver los shows de la temporada, que siempre incluye algún clásico como El fantasma de la Ópera, My fair lady o El rey león, además de las últimas sensaciones como Hamilton -desgraciadamente, el más caro de todos-, Waitress o The book of Mormon.
Si paseas por la zona de los teatros, aprovecha para acercarte a Times Square. Pásmate ante la cantidad de anuncios luminosos (sobre todo de noche, la cantidad de luz es impresionante), aprovecha alguno de los conciertos gratuitos que hay a menudo, o sácate una foto con personajes típicos como el Naked Cowboy.
Desde luego, la fauna que hay en Times Square es para no perdérsela.
EL TRUCO VIAJERO:
Si quieres ver una obra concreta, compra las entradas con antelación en la web oficial.
Si te da un poco igual el programa, pero quieres la experiencia de ir al teatro en Broadway, madruga y pásate por las oficinas de TKTS en Times Square (bajo las escaleras rojas donde todo el mundo está haciendo fotos). Allí encuentras las entradas del día que no se han vendido por otros canales ¡muchas veces a mitad de precio! Eso sí, prepárate a hacer cola.
7. El puente de Brooklyn… y todo Brooklyn, claro
Nueva York no es solo Manhattan, y un buen viajero lo tiene claro. Cruzar el puente de Brooklyn a pie o en bici es quizá la mejor forma de acercarse a uno de los distritos más turísticos y más poblados de la ciudad.
El paseo es de algo menos de dos kilómetros, y te permite apreciar la estructura de cables y madera, que respeta el original en algunos tramos. Date cuenta de que este es el puente colgante más antiguo del mundo, así que puedes pasmarte ante su arquitectura.
Una vez en Brooklyn, tómatelo con calma: el barrio son 180 km², más del doble de la ciudad de Madrid, para que te hagas una idea. En realidad podrías plantearte solo unas vacaciones al barrio, pero como esto no va a pasar, te doy unas pistas de qué ver en un solo día:
- DUMBO, a los pies del puente de Broolyn está uno de los barrios de moda, donde podrás sacar una de las fotos más famosas de Nueva York: el Empire State enmarcado en el puente de Manhattan, en el cruce entre Washington Street y Water Street.
- Brooklyn Heights, casi al lado. Además de ver las típicas casitas “de película”, hay un precioso paseo al lado del río con vistas al skyline de Manhatan.
- Williamsburg es un barrio judío ortodoxo, hoy tomado por los hipsters, que conviven tranquilamente con la forma de vida de la comunidad original: letreros en hebreo, tiendas kosher y gente vestida con ropa negra y mucha patilla con tirabuzón.
- Bushwick, un antiguo barrio industrial hoy tomado por el arte urbano. Si quieres ver graffitis espectaculares, no te lo pierdas.
- Coney Island. Es casi una hora en metro desde Manhattan, pero no deberías perderte la playa urbana de la ciudad, con un parque de atracciones de los de antes y un cierto encanto decadente. Además, al lado está el New York Aquarium. Si vas con niños, es una gran opción para echar el día. ¡Ah, y es muy fácil que te encuentres algún rodaje de cine!
EL TRUCO VIAJERO:
Si te interesa la historia de la ciudad, no te pierdas el Museo del Transporte. Además de entender de una maldita vez cómo funciona el metro de Nueva York (que no es fácil), el museo te permite visitar una antigua estación de metro y pasear por vagones de distintas épocas.
- Idioma: Español – Duración: 2,5h
- 53 opiniones [9,3]
8. Otros barrios
Nueva York se divide en cinco barrios o distritos: Manhattan, Brooklyn, Staten Island, Bronx y Queens. De estos nos quedan por nombrar los dos últimos.
Quizá el Bronx es el que peor fama tiene, pero en realidad si usas un mínimo de lógica al moverte no deberías tener ningún problema. Piensa que la mayoría de los barrios de la ciudad están, para bien o para mal, gentrificados y por lo tanto son perfectamente visitables. Si te acercas al Bronx puedes ver el Jardín Botánico (muy típico en Navidad) o intentar conseguir entradas par el beisbol en el Yankee Stadium (si no hay partido, puedes hacer un tour guiado).
En cuanto a Queens, aquí encontrarás las típicas imágenes con el paso elevado del metro, que has visto en películas mil y una veces. Acércate hasta el Queensboro Bridge: puedes cruzarlo andando pero por el precio de un billete de metro aprovecha y pilla el teleférico hasta Governor’s Island, desde donde encontrarás unas preciosas vistas del East River. Para visitar hay mucho, pero yo me quedo con el Museum of Moving Image y la casa museo de Louis Armstrong.
Si no tienes mucho tiempo para salir de Manhattan, un clásico es apuntarse al Tour Contrastes, que te lleva a toca pastilla por las zonas más emblemáticas de los diferentes distritos. No por típico es cutre: la verdad es que el tour está muy bien planteado y te da una visión global bastante interesante. Luego queda en tus manos profundizar en las diferentes zonas, si quieres.
Es una buena opción, porque la verdad es que Manhattan da para muchos días, más allá del centro: Greenwich village, el East y West Village, el SoHo, Tribeca, Chinatown, Little Italy, Chelsea (donde no puedes dejar de pasarte por el Chelsea Market)… son algunos de los nombres que seguro que te suenan y no deberías dejar pasar.
Mención aparte requiere Harlem, una referencia imprescindible en la cultura negra, hoy un barrio multicultural y -sí, como todos- muy gentrificado. Aún así vale mucho la pena ir.
EL TRUCO VIAJERO:
Seguro que ya te lo han dicho, pero la misa gospel en Harlem es una experiencia única. Los feligreses están muy acostumbrados a los turistas, y son francamente amables con ellos. La entrada es gratis, aunque se espera una donación por tu parte (mínimo cinco dólares, no racanees que los vale).
La misa de los domigos dura unas tres horas, pero si andas mal de tiempo, te recomiendo que te pases por el Evangelio de los miércoles. Una experiencia mucho más íntima (y corta) donde verás a la congregación más a su aire.
- Idioma: Español – Duración: 4h
- 484 opiniones [8]
9. Terminal Grand Central y la librería pública de Nueva York
No tienen que ver, pero los pongo en el mismo apartado por dos motivos: ambos son edificios históricos y están muy cerca entre sí, de modo que los puedes agrupar en tu lista de lugares a visitar.
La estación Grand Central es de finales del siglo XIX, y todavía hoy es la estación de trenes más grande del mundo en número de andenes. Pero da igual que no quieras salir de la ciudad: entra igual en el edificio y reconoce los rincones que ya conoces por el cine y la tele. El reloj central, el amplio espacio del hall principal, las enormes lámparas de araña… todo eso te suena.
Date una vuelta por las galerías comerciales o párate a comer algo en alguno de los muchos restaurantes de la estación. Pero sobre todo, pasea: a tu aire (la entrada es gratuita, recuerda que la estación está en uso) o con audiogía.
Y seguimos con otra referencia cinéfila (como casi cualquier rincón de NY, en realidad): la Biblioteca Pública te sonará de Cazafantasmas, El día de mañana o series como Sexo en Nueva York. Si entras desde la Quinta Avenida te encuentras con el Astor Hall, construido en mármol blanco. Y una vez dentro, puedes visitar las diferentes salas. Imprescindible la Rose Main Reading Room, con enormes mesas de robles y lámparas colgantes, donde puedes sentarte a descansar y aprovechar el wifi gratuito.
Muy cerca de la biblioteca está también Bryant Park, una de las zonas verdes más de moda de la ciudad, gracias en parte a una interesante agenda de actividades.
EL TRUCO VIAJERO:
No te pierdas la Galería de los Susurros en Grand Central. Si vas con otra persona, situaros en extremos opuestos y charlad tranquilamente como si estuviérais cerca, gracias al curioso efecto acústico del techo abovedado.
10. Otros lugares que visitar en Nueva York
Ya lo he dicho al principio: intentar reducir una ciudad como esta a diez puntos es misión imposible, así que me reservo el número 10 como una especie de “cajón de sastre” donde te doy varias ideas para completar tu viaje:
- El MOMA. El Museo de Arte Contemporáneo va a necesitar como mínimo medio día por tu parte, y eso si solo quieres ver lo básico. Si no tienes mucho tiempo, no te pierdas la quinta planta, donde puedes ver obras de Cézanne, Frida Kahlo, Matisse, Monet, Picaso, Van Gogh…
- El Guggenheim. Aunque solo sea por ver el edificio de Frank Lloyd Wright por dentro, ya vale la pena. La Fundación Guggeheim tiene un impresionante fondo de obras de arte contemporáneo, que va rotando en exposiciones temporales: consulta el programa antes de ir.
- El Museo de Historia Natural. Los niños se quedarán pasmados con los esqueletos de dinosaurio a tamaño real… y tú también. Pero hay mucho más: los fondos del museo tienen más de 36 millones de piezas, así que imagínate.
- La Catedral de San Patricio. Su arquitectura imita el gótico europeo, y es un punto de referencia de los católicos irlandeses emigrados a Estados unidos. Ocupa una manzana entera, entre la Quinta Avenida y Madison. La entrada es gratuita, aunque hay zonas, como las catacumbas, en las que sí hay que pagar o aprovechar tu tarjeta turística.
- El High Line es un parque público que aprovecha una antigua línea de tren elevada en el West Side. El resultado es una combinación de zonas verdes, esculturas y áreas de descanso, entre viviendas típicas y otras de nueva construcción, mientras a tus pies tienes el bullicio del tráfico. Muy recomendable.
- El Radio City Music Hall. El teatro más importante de Estados Unidos… y quizá del mundo. Es una joya del art decó perfectamente conservada y en uso, que forma parte del Rockefeller Center. La visita guiada dura unas dos horas y está llena de anécdotas y curiosidades.
- El Madison Square Garden. Es un templo del deporte, donde han tenido lugar hitos del boxeo, baloncesto, hockey… Y por supuesto grandes espectáculos musicales: todo artista que se precie quiere actuar aquí. La visita guiada te permite conocer cómo todos estos eventos tan diferentes se organizan en una sola pista (y hay algo en agenda todos los días) o sentirte como un VIP visitando los palcos privados.
- La Quinta Avenida. Da igual que no vayas a gastarte nada: pasear por la Quinta Avenida y pararse en los escaparates de las tiendas más lujosas es un must. Como mínimo, puedes comerte un croissant frente a Tiffany’s, en homenaje a Desayuno con diamantes.
- Los outlets. Ir de compras a los outlets se ha convertido en actividad habitual de los turistas. Los precios son tirados, y más de uno aprovecha para comprar una maleta extra. Escoge Woodbury Common si quieres artículos de lujo con descuentos que pueden llegar al 70/80%. La otra opción es Jersey Gardens, en New Jersey, donde además de haber un montón de outlets, te beneficias de que en ese estado la ropa no tiene impuestos.
Qué ver en Nueva York en 3 días
- Día uno Ponte calzado cómodo, porque hoy toca tomarle el pulso a la ciudad. Plántate en Times Square a primera hora e intenta conseguir entradas para un musical. A partir de ahí, callejea en dirección sur: Chelsea, Soho, Chinatown… aprovecha para ir viendo los disintos barrios, todos llenos de encanto. En unas tres horas de paseo puedes llegar al sur de la isla, y tomar el ferry hasta Staten Island para ver de cerca la Estatua de la Libertad.De vuelta, pasa por Wall Street y el distrito financiero y detente en la Zona Cero. Aunque no entres al museo, para un momento en las fuentes donde se levantaban las torres gemelas. Es sobrecogedor.Por último, aprovecha esas entradas y termina el día con un musical de Broadway.
- Día dos Después de la caminata de ayer puedes tomártelo con calma paseando por Central Park. A pie o en bici, intenta al menos llegar hasta el lago principal, y luego siempre puedes echar la siesta en el césped, o reponer fuerzas tomando un hot dog o cualquier comida de un puesto callejero (se ponen en las entradas del parque). En uno de los laterales de Central Park está el Museo Guggenheim: si puedes, entra. Si no, al menos acércate a verlo por fuera.De vuelta, enfila la Quinta Avenida y vete parando en los escaparates… o entrando en las tiendas, si tu tarjeta de crédito puede aguantarlo. Además, pasarás delante de la Catedral de San Patricio.
- Día tres Cruza el puente de Brooklyn y da una vuelta, como mínimo, por el DUMBO y Brooklyn Heights. Hártate a sacar fotos del skyline de Manhattan, aquí están algunas de las mejores. Por la tarde/noche sube a alguno de los rascacielos de Manhattan para disfrutar de las vistas desde lo alto.
Qué ver en Nueva York en 5 días
Toma la ruta anterior, aunque al tener más tiempo quizá puedas relajar un poco el ritmo. Sobre todo el primer día he programado una caminata bastante fuerte (yo la hice, es posible) que quizá te deje tocado si quieres seguir a pleno rendimiento durante el resto de la semana.
Sin embargo, si quieres aprovechar muchísimo, te planteo dos días más a full:
- 4Día cuatro Quédate por el centro. Visita el Rockefeller Center (sube si no lo has hecho al Top of the Rocks), Grand Central y la Librería Pública de Nueva York. Contrata una visita guiada por el Radio City Music Hall o por el Madison Square Garden. Acércate hasta la zona del Flatiron (un curioso rascacielos con forma triangular) y visita el Museo del Sexo.
- 5Día cinco Si aún te quedan fuerzas, te lo pongo muy fácil: pasa el día en el Metropolitan.Si prefieres tomártelo con más calma, vete hasta Harlem y entra en una misa gospel. Tendrá que ser un domingo o miércoles, pero si puedes hacerlo coincidir no te lo pierdas. Aprovecha luego a reponer fuerzas por el barrio con un buen plato de soul food. Dedica la tarde a hacer las últimas compras, por ejemplo, en el Chelsea Market.
Qué ver en Nueva York en 7 días
¿Aún tienes ganas de más? Si puedes pasarte una semana entera en Nueva York, es perfecto. Aún así no te dará tiempo a verlo todo, pero sí a integrarte un poco más en el ritmo de la ciudad. Toma todo lo que ya he dicho y súmale:
- 6Día seis El Met. Ahora sí, no hay excusa. Dedícale al menos un día a ver el edificio principal. Si quieres/puedes acércate a ver los claustros en la zona sur de la isla, pero te aviso de que echarás bastante tiempo en el transporte, así que quizá te interese aprovechar todo en la misma zona.
- 7Día siete Si a estas alturas estás un poco harto de tanta gente, tráfico y follón, te aconsejo un paseo por el High Line: no es demasiado largo y te permite descansar del bullicio sin salir de la ciudad.Si aún tienes energías después de haber visto el Met, no te pierdas el MOMA o el Museo de Historia Natural.
Museos gratis
La mayoría de los museos o lugares emblemáticos de Nueva York tienen alguna opción que te permite visitarlos gratis.
En realidad, si visitas la web de muchas atracciones turísticas, es muy posible que veas hasta cuatro formas de pago:
- General admission, esto es el precio de la entrada normal en taquilla. Suele haber descuentos para estudiantes, niños y mayores.
- Free admission, en caso de que la entrada sea gratuita. A veces encuentras una hucha donde puedes dejar un donativo, pero no es obligatorio. Hay casos en los que puedes acceder gratis a las instalaciones generales pero tendrás que pagar para ver determinadas estancias, como por ejemplo la Librería Pública de Nueva York. Muchos museos tienen horarios “de puertas abiertas”, así que si puedes organizarte para aprovecharlos, mejor. Por ejemplo, puedes entrar gratis al Memorial 11-S los martes por la tarde.
- Suggested admission. Esto quiere decir que el precio de la entrada es orientativo, pero que puedes pagar la cantidad que tú consideres. Puedes usarlo, por ejemplo, en la PS1 del MOMA (la parte del museo que está en Queens), que por cierto es gratis los viernes por la tarde. Desgraciadamente, el Metropolitan Museum solo tiene suggested admission para los neoyorkinos. Es uno de los pocos museos en los que tienes que pagar obligatoriamente por conocer. De todos modos son solo $25, y recuerda que la entrada tiene validez para tres días en tres espacios distintos.
- Pay what you wish, es decir, paga lo que quieras. Está disponible, por ejemplo en el Museo de Historia Natural, pero solo en las taquillas físicas, así que es posible que tengas que hacer cola. Y, aunque no lo veas muy claro, insiste: la opción de pay what you wish suele estar un poco escondida en la información. Lógicamente, prefieren que pagues la entrada completa. El Guggenheim también tiene esta opción los sábados por la tarde.
Si vas a estar varios días en la ciudad y no tienes unos horarios muy rígidos, comprueba antes de ir si la visita que quieres hacer tiene alguna opción (semi)gratuita. ¡Ahorrarse unos dólares siempre está bien!
Aquí tienes una lista bastante completa de los museos gratis en Nueva York, según sean siempre gratis, un día concreto o por horas. De todos modos, lo mejor es que consultes la página web del museo en cuestión para cerciorarte, no sea que cambien su política y te encuentres con la desagradable sorpresa de tener que pagar.
Otros consejos para visitar Nueva York
New York Pass, City Pass, Explorer Pass, Sightseeing Pass… ¿qué tarjeta turística me compro?
En la mayoría de las grandes ciudades tienes la opción de comprar una tarjeta turística que te facilita la entrada a museos o atracciones. En ese sentido, Nueva York no iba a ser menos, pero puede resultar lioso porque tienes varias opciones muy similares. Aquí te explico las principales:
Tarjetas por días
Funcionan por días consecutivos, en los que está “todo incluido” dentro de una enorme lista de actividades. El precio entre ambas opciones es similar, aunque la oferta es un poco distinta. Da la impresión de que en las dos hay bastantes cosas “de relleno” pero en cualquier caso con un poco de planificación puedes sacarle mucho partido.
New York Pass | Sightseeing Pass | |
Duración | 1, 2, 3, 4, 5, 7 o 10 días | 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 o 10 días |
Miradores | Empire State Building
Top of the Rock |
Top of the Rock
One World Observatory |
Bus turístico | Billete 24 horas | Ilimitada |
Atracciones incluidas | Ver | Ver |
Recomendado para | Quienes quieran ver sobre todo museos y hacer turismo más convencional. | Quieres buscan más las experiencias que el turismo cultural, con rutas guiadas y atracciones. |
¿Vale la pena comprar una tarjeta turística por días?
Depende: si vas a usarla solo un par de días, echa cuentas porque quizá te compense comprar directamente las entradas en el sitio que te interese. Eso sí, si tienes un pass te ahorras la mayor parte de la cola, algo que hay que tampoco hay que desdeñar.
Pero si miramos solo el baremo económico, mi opinión es que empieza a compensar a partir de los tres días. Date cuenta de que tienes muchísimas opciones, pero un número limitado de horas y no vas a poder entrar a todo. Cuanto más dure tu tarjeta, más barata es en proporción y menos te costará amortizarla.
Tarjetas por atracciones
Aquí no tienes límite temporal (bueno, un mes), sino que simplemente escoges el número de actividades que quieras hacer de una lista. De nuevo, el precio entre una y otra es bastante similar, aunque suele haber ofertas puntuales que quizá inclinen la balanza por uno u otro.
New York Explorer Pass | Sightseeing Flex Pass | |
Duración | 4, 5, 7 o 11 atracciones | 2, 3, 4, 5, 6, 7, 10 o 12. |
Miradores | Empire State Building
Top of the Rock |
Top of the Rock
One World Observatory |
Bus turístico | Billete 24 horas | Ilimitada |
Atracciones incluidas | Ver | Ver |
Recomendado para | Quienes quieran ver sobre todo museos y hacer turismo más convencional. | Quieres buscan más la experiencia que el turismo cultural, con rutas guiadas y atracciones. |
¿Vale la pena comprar una tarjeta turística por atracciones?
Si vas a hacer lo típico -miradores, museos, crucero, etc- sí, sin duda. Si lo tuyo son los tours guiados y las experiencias, mira bien que la oferta de cada tarjeta te convenza, porque mi impresión es que ahí hay mucha “paja”. Por ejemplo, el famoso tour de contrastes no está incluido en ninguna.
New York City Pass
Esta tarjeta combina los parámetros de tiempo y cantidad de atracciones. Aquí puedes escoger seis de nueve atracciones durante 9 días. Incluye lo básico: Empire State Building, Top of the Rocks, Metropolitan, Museo de Historia Natural, Museo y Memorial 11S y Estatua de la Libertad e Isla Ellis serían las entradas más importantes, aunque puedes cambiar alguna por el Guggenheim, un crucero por el Hudson o la entrada al Museo Intrepid.
Si te encaja la oferta, es de lo más económico que vas a encontrar. Y así no tienes la presión de tener que hacerlo todo en días concretos. Además, en mi experiencia la mayoría de museos y atracciones turísticas la tienen como la tarjeta más habitual, así que es la más sencilla de validar en taquilla.
En qué época visitar Nueva York
Aquí no hay temporada baja, así que la respuesta es: cuando quieras.
Quizá el verano es el peor momento porque en julio y agosto las temperaturas son abrasadoras.
En primavera y otoño el clima es más suave, aunque en primavera te pueden tocar lluvias (y cuando llueve, puede estar dos horas cayendo agua torrencialmente) y en otoño puede hacer ya frío. Además es época de convenciones, así que los precios de los hoteles suben aún más (y normalmente ya no son baratos).
El invierno es duro, así que trae mucha ropa de abrigo, pero si cuentas con eso la verdad es que la Navidad en Nueva York es muy típica, la ciudad se pone de gala de mil maneras y vale la pena disfrutar del ambiente callejero.
¿Qué me llevo?
Empezamos por lo de siempre: ropa y calzado cómodo. Esto último es una obviedad, pero en una ciudad tan grande como esta ten claro que vas a caminar mucho. Aunque tires de transporte público, el cómputo al final del día serán kilómetros.
Llévate un adaptador para el enchufe
Los enchufes en USA son diferentes a los europeos, con clavijas A y B. No te olvides de meter en la maleta un adaptador, que puedes comprar en cualquier ferretería. Si vas a usar varios aparatos eléctricos: móvil, portátil, secador… lo más sencillo es que te lleves una regleta de enchufes de casa, así con un solo adaptador solucionas todo.
Sácate la ESTA antes de viajar
Además de tener el pasaporte en regla, necesitas un visado. No es obligatorio sacártelo antes de viajar, pero te ahorras muchos trámites en la aduana y más de un problema: no sería la primera vez que no dejan entrar a alguien por un detalle burocrático. Una vez allí, no te interesa jugártela.
Por internet encontrarás varias agencias que se ofrecen a tramitarte la ESTA (Electronic System for Travel Authorization) pero que no te líen. Te van a cobrar una pasta por una gestión que solo cuesta $14 si la haces tú directamente. Puedes pedirla aquí y tiene validez por un año.
Para pasar el control en el aeropuerto lleva a mano pasaporte, ESTA, los datos de tu hotel y el viaje de vuelta. Y no te asustes: es cierto que son estrictos, pero si tienes eso controlado es raro que te den problemas.
Contrata un seguro médico
La asistencia sanitaria en EEUU está privatizada en su mayoría, y si tienes algún problema lo primero que te van a pedir es una tarjeta de crédito. Un simple esguince puede arruinarte la economía, así que mi recomendación es que lleves contratado un seguro que te cubra al menos lo básico (y un poco más, para estar seguros).
Amplía el crédito de tu tarjeta
Aparte de que la vas a usar, porque en Nueva York puedes pagar prácticamente todo con tarjeta, es bastante habitual que en los hoteles te retengan una cantidad a modo de fianza. Te la devolverán cuando acabe la instancia, pero cuenta con ello: no lleves el límite de la tarjeta justo, porque si lo calculas mal puedes pasar un mal rato.
El metro en Nueva York
Seguro que lo has escuchado alguna vez, y te lo confirmo: el sistema de metro parece de locos, sobre todo para un europeo. Te va a costar un poco pillarle el truco, pero una vez lo tengas hay que reconocer que es comodísimo.
Tres cosas que tienes que saber:
- En un mismo andén pueden parar líneas diferentes, así que mira bien en qué tren te subes. Hay carteles luminosos que te lo indican (la megafonía es ininteligible), con el número/letra/color de línea y la parada de destino.
- El mismo tren puede tener líneas Local y Express. Este último va más rápido y solo hace varias paradas, así que confirma que tu parada está incluida en esta línea: son las que tienen las estrellitas en el mapa.
- Compra una MetroCard. Es una tarjeta de papel con banda metálica que recargas con el número de viajes que quieras. Recargar cuesta igual que comprar los billetes sueltos, y es mucho más cómodo.
Otros transportes
Además del metro (que por cierto funciona 24 horas), hay buses públicos. Y por supuesto buses turísticos de distintas compañías: no te preocupes, si caminas por el centro los verás. Los comerciales te “asaltan” por la calle en cada esquina. No son baratos pero sí cómodos, y la mayoría de las tarjetas turísticas incluyen su uso al menos un día.
También puedes parar al típico taxi amarillo, que no es especialmente caro, y últimamente proliferan los VTC. En cualquier caso, el tráfico en el centro es bastante demencial y mi consejo es que siempre que puedas tires de metro: es más rápido y barato.
¿Qué te parecen estas ideas para visitar Nueva York? ¿Me he dejado alguna? Seguro que sí, porque la ciudad es tan turística que está llena de lugares para ver y cosas que hacer.
Déjame tus sugerencias en comentarios y así vamos ampliando la lista.
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