Los retos solidarios son pruebas que suponen una gran esfuerzo o superación para las personas que los realizan y cuya finalidad es llamar la atención sobre una causa benéfica y conseguir recaudar dinero o ayuda para ésta. Algunos de ellos son tan sorprendentes por su dificultad que se convierten en virales en Internet.
Aunque la idea de Noimportaeldestino.com se basa en la solidaridad viajera sabía que tenía que hacer algo más porque no iba a dar a conocer este proyecto simplemente haciendo una web muy guay y compartiéndola con familia y amigos. Tenía que plantear mi propio desafío también.
Así que cuando me apunté al Campus Bikecanine no tenía claro cuál iba a ser mi reto personal porque hay deportistas solidarios que hacen miles de kilómetros corriendo marcha atrás, subiendo montañas a la pata coja o en bicicleta cargando con su perro en una cesta, ¿Alucinante verdad?.
Después de mucho pensar y buscar razones para autoboicotearme como «mi reto no va a ser suficientemente interesante » o «esto no va a servir para casi nada» se me ocurrió plantearlo de otra manera. Descartada la idea de aprender a bailar salsa cuando unos amigos me llevaron a un local de este tipo porque para mi iba a ser más difícil que tocarse la nariz con la lengua, pensé en hacer 10 retos que no me llevaran meses de preparación, es decir, 10 mini-retos.
En mi próximo viaje a Asia de marzo a abril estoy seguro de que se me presentarán muchas oportunidades para salir de mi zona de comfort o tener que esforzarme al máximo para afrontar algunas situaciones así que haré la mayoría de mis mini-retos durante esta aventura. Por ejemplo comerme una buena mariscada de insectos fritos que son muy típicos en Tailandia y que os puedo asegurar que no es algo que haría si simplemente fuera a disfrutar de un pack de viaje All-Inclusive. Todo por la causa…
He estado tentado de ilustrar este post con una foto mía mirando al horizonte en un lugar maravilloso con cara de estar pensando cómo cambiar el mundo pero como eso está ya muy visto me ha parecido más apropiado empezar a afrontar algunos de mis miedos como mi enorme sentido del ridículo y enseñaros lo guapa que estaba de Princesa Peach en el Carnaval de hace unos años (no, este año no repito lo siento):
Si he conseguido sacarte al menos una sonrisa con esta foto dale a Me gusta y comparte en las redes sociales o mánda tu foto más ridícula para solidarizarte conmigo y la causa. 😉
PD: ¡Deja también un comentario si has conseguido tocarte la nariz con la lengua!
Nunca supe que Sally fue capaz de dejarte esa huella tan grande, pero esa perra, y Veda también, te quisieron con locura.
Espero que tengas mucha suerte con esta iniciativa!
P.
¡Gracias Patri! Si, Sally fue el principio y con los años me he ido concienciando mucho más.