La Cascada Pozo de los Humos, parece surgir de un salto de magia en el cañón del río Uces, al sur de la provincia de Salamanca

Por informacion.es

Por Hibiscus7

Por Arribeño

La Cascada Pozo de los Humos parece surgir de un salto de magia en el cañón del río Uces, al sur de la provincia de Salamanca. Con sus aproximadamente 40 metros de altura y el rugir atronador del agua, este espectáculo natural cautiva la mirada y el oído, regalando una experiencia que mezcla fuerza y misterio en pleno corazón de los Arribes del Duero.

¿Dónde se ubica la Cascada Pozo de los Humos?

Se localiza entre los municipios de Masueco y Pereña de la Ribera, en el límite entre Salamanca y Zamora. Un estrecho desfiladero esculpido en roca granítica sirve de marco a esta impresionante caída de agua.

¿Cómo se origina esta potente caída?

El caudal del río Uces desemboca bruscamente en un cortado rocoso, formando un chorro de espuma y vapor que —sobre todo tras lluvias o deshielos— se convierte en un torrente estruendoso. De ahí su nombre, pues el agua se hunde en un “pozo” profundo que parece tragarse el mundo.

¿Cuál es la ruta de senderismo para visitarla?

Punto de partida: zona de aparcamiento en Masueco.
Distancia: ida y vuelta, unos 5 km.
Desnivel: suave, con algún tramo empedrado.
Duración: 2–3 horas, según ritmo y paradas.
Señalización: mojones y paneles explicativos en cruces.

¿Cuándo es el mejor momento para verla?

Primavera: caudal máximo por lluvias y deshielos.
Otoño: temperaturas suaves y colores cálidos en la ribera.
Invierno: con heladas espectaculares, pero precaución extra.

¿Qué precauciones debo tener en cuenta?

Calzado de trekking con buen agarre: los senderos pueden estar resbaladizos.
Evitar acercarse al borde: no existen barandillas y el precipicio es vertical.
Protección frente al vapor: llevará humedad al rostro y puede enfriar.
Llevar agua y algo de comida, ya que no hay servicios en el camino.

En definitiva, la Cascada Pozo de los Humos es un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Su fuerza, el paisaje de los Arribes y la sensación de asombro ante el salto de agua hacen de esta ruta una aventura inolvidable en la Salamanca más salvaje.